Invernaje de la piscina: Recomendaciones

Bueno, el verano ya pasó y llega el momento de cerrar la piscina hasta que vuelva el buen tiempo. Pero, ¿como hacerlo para que el agua se mantenga en un buen estado, que permita su rápida recuperación?
Aquí os vamos a dar algunas pautas de cómo hacerlo.

Lo primero y principal: El invernaje de verdad, empieza cuando la temperatura media del agua es inferior a los 13ºC – 15ºC. Hasta ese momento podemos hacer un mantenimiento, si queréis «liviano», pero debemos seguir con los procedimientos normales de filtrar DIARIAMENTE y proseguir con el tratamiento químico habitual que usemos.

Por mantenimiento «liviano» nos queremos referir al hecho de que si la temperatura del agua está en el rango de entre 16ºC y 22ºC, tenemos que seguir filtrando todos los días, pero podemos bajar los tiempos de filtración alrededor de un 5% por cada grado menos que tenga el agua.

Así pues, NO se debe iniciar el invernaje de la piscina hasta que la temperatura caiga por debajo de los 15ºC… de lo contrario, corremos el peligro de que el agua se estropee, y tengamos mas trabajo que hacer…

En el procedimiento de invernaje, vamos a distinguir entre piscinas con y sin cobertor de invierno.


Piscinas con cobertor de invierno

Este es el metodo que nosotros recomendamos, Un cobertor de invierno es de gran ayuda para reducir los consumos en productos quimicos y electricidad en la piscina, durante la epoca invernal / sin uso.

Filtración:

Ajustaremos las horas de filtración de acuerdo al siguiente baremo, siendo «Pr» el «periodo de recirculación», el tiempo que tarda en pasar toda el agua de nuestra piscina por el sistema de filtrado:

  • Tiempo filtrado = 0,50 * Pr para temperaturas entre 13ºC y 15ºC
  • Tiempo filtrado = 0,33 * Pr para temperaturas entre 10ºC y 12ºC
  • Tiempo filtrado = 0,25 * Pr para temperaturas entre 6ºC y 9ºC
  • Tiempo filtrado = 0,15 * Pr para temperaturas entre 1ºC y 5ºC

También es importante reducir el numero de ciclos de filtrado a solo uno, para asegurarnos que el volumen de agua que pasa por el sistema de filtración está maximizado.

NOTA: En este escenario, no es necesario filtrar todos los días. Ver información adicional en el apartado de «casos especiales» más abajo.

Tratamiento Químico

  1. Hacer un analisis del agua para equilibrarla (índice de Langelier) en un valor ligeramente negativo (alrededor de -0,1) al menos una vez cada 1,5 – 2 meses
  2. Dosificar Cloro NO estabilizado (sin ácido isocianúrico) es decir: hipoclorito sódico al 4% (lejía domestica) o al 15% (cloro líquido de piscinas) o bien hipoclorito cálcico al 65-70% (cloro «alimentario», viene en polvo o pastillas), en las siguientes cantidades:
  • 0,75 litros de de lejía domestica (0,25 litros de cloro de piscinas al 15%) por cada 10 m3 cada 6-7 días
  • 100 gr de hipoclorito cálcico por cada 10 m3 cada 6-7 días

Si disponemos de un sistema de dosificación de desinfectante con bomba dosificadora, ajustar la dosificación para tener unos 0,5 – 0,7 ppm de cloro libre.

Si disponemos de un sistema automatizado con medición del nivel de desinfección por Redox, ajustarlo entre 500 – 550 mV (la medida idónea en verano es 650 mV).


Piscinas Sin cobertor de invierno

Filtración

Ajustaremos las horas de filtración de acuerdo al siguiente baremo, siendo «Pr» el «periodo de recirculación», el tiempo que tarda en pasar toda el agua de nuestra piscina por el sistema de filtrado:

  • Tiempo filtrado = 1,0 * Pr para temperaturas entre 13ºC y 15ºC
  • Tiempo filtrado = 0,75 * Pr para temperaturas entre 10ºC y 12ºC
  • Tiempo filtrado = 0,5 * Pr para temperaturas entre 6ºC y 9ºC
  • Tiempo filtrado = 0,33 * Pr para temperaturas entre 1ºC y 5ºC

En este caso mantendremos 2-3 ciclos de filtrado excepto para temperaturas inferiores a 5ºC que deberemos concentrar el tiempo de filtrado en un solo ciclo.

Limpieza: Se debe cepillar las paredes / fondo una vez cada 15-20 días para eliminar el biofilm que se incrusta en ellas, tal y como detallaremos en una próxima entrada.

Tratamiento Químico

  1. Hacer un análisis del agua para equilibrarla (índice de Langelier) en un valor ligeramente negativo (alrededor de -0,1) al menos una vez al mes
  2. Dosificar Cloro NO estabilizado (sin ácido isocianúrico) es decir: hipoclorito sódico al 4% (lejía doméstica) o al 15% (cloro líquido de psicinas) o bien hipoclorito cálcico AL 65-70% (cloro «alimentario», viene en polvo o pastillas), en las siguientes cantidades:
  • 150 ml de lejía domestica (50 ml de cloro líquido de piscinas al 15%) por cada 10 m3 cada día
  • 10 gr de hipoclorito cálcico por cada 10 m3 cada día

Si disponemos de un sistema de dosificación de desinfectante con bomba dosificadora, ajustar la dosificación para tener unos 0,6 – 0,8 ppm de cloro libre.

Si disponemos de un sistema automatizado con medición del nivel de desinfección por Redox, ajustarlo entre 550 – 600 mV (la medida idónea en verano es 650 mV).


Casos Especiales

Protecciones contra las Heladas:

Si vuestra piscina se encuentra en una zona donde son frecuentes las heladas fuertes y/o prolongadas, es importante proteger la estructura del vaso y las tuberías de la congelación, ya que el agua al congelarse, se expande con una fuerza brutal capaz de resquebrajar el hormigón del vaso y/o dañar las tuberías, codos, y demás elementos de la instalación.

Para evitar el resquebrajamienteo del vaso por congelación, recomendamos usar la siguiente técnica:

  • Coger un puñado de garrafas de plástico, rellenarlas de algo pesado (piedras o similar) para que queden sumergidas mas o menos hasta la mitad. Puedes coger las garrafas vacías de 5 litros de lejía que has utilizado para la desinfección, por ejemplo.
  • Atarle un cordel al asa de la garrafa y poner un peso en el otro extremo del cordel. El cordel debe tener la longitud suficiente para que el contrapeso se asiente sobre el fondo de la piscina. De este modo la garrafa no se moverá del punto donde la hayamos ubicado, y no se «apelotonaran» todas en el skimmer.
  • Esparcir las garrafas por varios puntos de la piscina.

De este modo cuando el agua congelada se expanda, serán las garrafas las que «sufran» esa expansión en vez de el hormigón.

Importante: En estos casos, en lo que respecta al sistema de filtración, no debemos olvidarnos de dejar TODAS LAS VÁLVULAS ABIERTAS (skimmer, sumidero, limpiafondos,…) durante la época de invernaje para minimizar el riesgo de roturas en las tuberías.

Cloradores salinos, ¡precaución!

Si vuestra instalación cuenta con un clorador salino, debéis saber que la célula de electrolisis (las placas de metal que generan el cloro) se degradan muy rápidamente cuando trabajan con temperaturas inferiores a 13ºC. Para alargar la vida de la célula de eletrolisis, se recomienda apagar el clorador con temperaturas por debajo de 13ºC y dosificar manualmente cloro líquido en las cantidades indicadas en los párrafos anteriores.

Gestión del invernaje con PoolClear:

Otro caso especial son aquellos usuarios que tengan instalado un equipo PoolClear con la opción de filtrado inteligente. En este caso para poner la piscina en modo invernaje, no hay que hacer NADA adicional. El sistema automáticamente entra o sale del modo invernaje de manera automatizada y sin la necesidad de intervención del usuario. En este caso:

  • Los tiempos de filtrado y el numero de ciclos diarios se ajusta/reprograma de manera automática a los valores detallados en los párrafos anteriores.
  • Los niveles de desinfección Redox se reprograman de forma autónoma en función de la temperatura del agua.
  • Para el caso especial de piscinas con cobertor, el PoolClear puede programarse para que no filtre todos los días y solo lo haga cada 2-3-4 días (según las necesidades particulares de nuestra piscina).
  • También incorpora un procedimiento anti-congelación para zonas de temperaturas moderadamente bajas.

De lo único que se tiene que preocupar el usuario es de rellenar los depósitos de reactivos químicos.


Productos para el Invernaje

En el mercado encontrareis infinidad de productos químicos comerciales para el invernaje, de los cuales ningún fabricante detalla su composición. Generalmente se componen de un agente desinfectante (cloro en sus mil formas), un agente algicida (sulfato de cobre, amonios cuaternarios, etc), un secuestrante de metales (para evitar calcificaciones y similares), y algunos productos más de dudosa utilidad. De nuestra experiencia sabemos, que salvo excepciones, en la mayoría de los casos la utilidad de estos productos es más bien escasa. Y la inmensa mayoría utilizan cloro estabilizado (con ácido isocianúrico), con lo que estás aumentando su concentración, y ya sabes lo que puede pasar.

Además, como sabéis, en este blog no somo partidarios de echar al agua «potingues» innecesarios. Nosotros mantenemos nuestras piscinas con cloro líquido (lejía o cloro de piscinas), y regulador de pH todo el invierno (todo automatizado), y llegan en muy buen estado al verano siguiente. ¿Para qué utilizar entonces más sustancias químicas?